Michel Foucault fué un HistoriadorFilósofo Francés que nos lleva con sus investigaciones a preguntarnos qué es lo que hace que pensemos que una idea o una convicción es legítima para nosotros.
Aborda la problemática del poder analizando el proceso histórico que
ha tenido el conocimiento.
Llama a sus investigaciones: "arqueología de las epistemes".
La episteme es un sistema de discurso posible, que "de algún
modo", se convierte en dominante en una época histórica dada. Indagó esos:
"de algún modo", por el que una episteme llega a dictar lo que es
conocimiento y verdad; y lo que no.
El criterio de las epistemes se caracteriza por lo que excluyen o
descalifican; y lo que legitiman.
Cada época tiene sus parámetros para clasificar a los locos, los
enfermos, los criminales y los pervertidos sexuales. Y el analizar estas
conceptualizaciones como dependientes de marcos teóricos dictadores de lo
legítimo y lo excluido, no quiere decir que este tipo de anomalías no existan.
Algo que construye los conceptos de legitimación o exclusión son los
discursos.
Las configuraciones de discursos son la base fundacional de la
historia de las ideas que investiga Foucault.
Aunque "discurso" puede entenderse como un conjunto de
escritos o expresiones habladas por ciertos grupos sociales, o mensajes
comunicados mediante signos; Foucault lo trata como "prácticas que forman
sistemáticamente los objetos de que hablan".
Los procedimientos que establecen el control y la dominación se dan en
los comentarios informales, en citar a un autor calificado como autorizado y en
acentuar la legitimación que se acostumbra derivar de las disciplinas
profesionales.
Ivan Illich fue un pensador e investigador austriaco que con un gran
equipo de investigadores e indagando en el desarrollo histórico de varios
conceptos no tuvo reparo en afirmar que las escuelas son instituciones que
solamente dedican a reafirmar costumbres de consumismo y prácticas de
dominación-sumisión. Y que para que una persona realmente aprenda algo y lo
conserve como conocimiento, solo se dará en algún momento por necesidad
práctica en su vida, por lo que defendió las prácticas autodidácticas y afirmó
que estas deberían ser apoyadas por la sociedad al fomentar la convivencia con
el experto en la actividad que se quiera aprender.
También llegó a la conclusión de que las instituciones médicas
occidentales actuales se rigen más por el obtener grandes ganancias económicas
que por las prácticas éticas de la curación y el fomento de la salud.
(A Él se le
diagnóstico un tumor cancerígeno en el rostro, al que decidió no tratar con los
métodos de las instituciones médicas occidentales, buscando ser congruente con
lo que afirmó, y vivió veinte años más de lo que se le había diagnosticado).
Y publicó
varios libros donde expuso más resultados de sus investigaciones como el que
nos han programado para vivir en una práctica de la prisa que no dá resultados
productivos puesto que lo que se obtiene como aparentes ganancias al vivir con
prisas se pierde al pagar deterioro de salud o deterioro de calidad de vida, y
las pérdidas en este sentido son de mucho más peso que las ganancias.
También afirmó
que los grupos dominantes nos han vendido la idea de que las industrias y las
empresas deben buscar un desarrollo económico imparable aún a costa de agotar
los recursos tanto renovables como no renovables como los recursos humanos, y
con esta distracción no nos damos cuenta que deberíamos buscar una
correspondencia realista entre producción y satisfacción de necesidades
humanas.
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